martes, 28 de septiembre de 2021

Datos Covid-19 en Alcalá la Real: 20 - 24 de septiembre de 2021

 

Los resultados de esta semana son propios de la etapa de estabilización en la que nos encontramos tras la fase descendente de la quinta ola, si bien se aprecia una ligera subida de casos (cuatro) con respecto a la anterior, en la que solo hubo uno. La totalidad de contagios asciende a 2319.

Como consecuencia de lo anterior la incidencia a 14 días  ha experimentado un pequeño aumento de 9,2 puntos, desde 23 el viernes 17 a 32,2 el viernes 24, con los dientes de sierra típicos en este periodo. Este ligero retroceso no se ha dado en las tasas provincial, autonómica y nacional, que han seguido descendiendo lentamente. El aumento de la incidencia a 7 días en nuestro municipio ha sido mayor, de 4,6 a 27,6.

Mejor evolución ha tenido el resto de municipios de la provincia con más de 20 000 habitantes, que han disminuido o mantenido la incidencia acumulada a 14 días de la semana anterior: Linares (5,2), Andújar (10,9), Jaén capital (12,4), Úbeda (26,2) y Martos (45,2). Todos están por debajo de la tasa provincial (32,9).

Esta incidencia también ha continuado descendiendo en la comunidad autónoma andaluza, que, de viernes a viernes, ha pasado de 79,6 a 61,2. Hay cuatro provincias con una tasa inferior a la autonómica: Jaén (32,9), Córdoba (38,6), Cádiz (42,7) y Granada (54,6) y cuatro por encima: Málaga (69,3), Sevilla (69,8), Huelva (76) y Almería (97,8). En España la incidencia ha disminuido 22 puntos, de 91 a 69.

El número de fallecidos sigue fijo en 53 desde el 18 de mayo. Los curados en esta semana han sido 25; desde el inicio de la pandemia, 2246. Ha sido muy importante la reducción de casos activos, que ha pasado, de viernes a viernes, de 41  a 20, la cifra más baja desde el 7 de julio, cuando salíamos de la cuarta ola.

En esta entrada damos a conocer por primera vez los datos con pauta completa de vacunación y cobertura según grupo de edad en nuestro municipio, que facilita la Junta de Andalucía, referidos a 24 de septiembre: Total - 82%, 80 y más años - 100,4%, 70 a 79 - 95,5%,  60 a 69 - 104%, 50 a 59 - 97%, 40 a 49 - 88,1%, 30 a 39 - 81,8%, 20 a 29 - 77,4% y 12 a 19 - 85,5%. Los datos de toda Andalucía los pueden ver en https://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/badea/operaciones/consulta/anual/53911?CodOper=b3_2314&codConsulta=53911

Como viene siendo habitual, en la sección de noticias pueden seguir la evolución del proceso de vacunación en España y en el mundo.

viernes, 24 de septiembre de 2021

Hablamos de la pandemia con Miguel Ángel Bueno de la Rosa, epidemiólogo

En las distintas entradas de este blog en las que nos referimos específicamente a la covid-19 hemos querido contar y dar a conocer la experiencia de distintos sectores de la sociedad alcalaína, cada uno desde su responsabilidad, ante la pandemia. Desde una perspectiva sanitaria dimos a conocer lo que se había hecho desde el centro de salud de Alcalá la Real; ahora, en esa misma línea, abordamos el enfoque epidemiológico de la covid-19. Para ello tenemos la gran satisfacción de contar con la amable colaboración de Miguel Ángel Bueno de la Rosa, quien ejerció como epidemiólogo en Alcalá la Real desde 1995 a 2013. Tras su periodo en nuestra ciudad, en la actualidad desempeña el cargo de médico epidemiólogo de Atención Primaria siendo el director de la Unidad de Gestión Clínica de Vigilancia, Promoción y Prevención de la Salud del Distrito Sanitario Jaén/Jaén sur. Con él hemos charlado acerca de la pandemia que nos afecta y estas han sido sus respuestas a nuestras preguntas.

Desde hace un par de años vivimos una situación sanitaria que difícilmente hubiese sido imaginable para la sociedad en la que vivimos debido a la covid-19. Sin embargo hubo advertencias previas como fueron la gripe aviar o la gripe A e incluso algunas debidas también a coronavirus, como fueron el SARS (Síndrome Agudo Respiratorio Severo) o el MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio). ¿Por qué estas amenazas no llegaron a materializarse en pandemias? O desde otra perspectiva, ¿qué ha tenido de especial el SARS-Cov-2 para provocar una pandemia de tal impacto?

Miguel Ángel Bueno de la Rosa

La explicación radica en las características propias de este virus. Desde hace mucho tiempo la OMS venía alertando, a través de los servicios de vigilancia epidemiológica, sobre la posibilidad de que nos enfrentáramos a una pandemia mundial; y la principal amenaza provenía del virus de la gripe, de ahí las amenazas que tuvimos con la gripe porcina y gripe aviar hace unos años. Los virus van mutando y se temía que alguno, que no tenía la capacidad de afectar a los seres humanos, adquiriera de pronto la capacidad de afectarnos. Tanto el SARS como el MERS son coronavirus que adquirieron la capacidad de pasar de sus hospedadores naturales, camellos y dromedarios en el caso del MERS, a las personas; pero afortunadamente no desarrollaron la capacidad de pasar de humano a humano de modo efectivo. Por tanto afectó principalmente a cuidadores de estos animales o a los sanitarios que atendían a los enfermos. En el caso del SARS-Cov-2, no solo adquirió la capacidad de infectar a los humanos, sino de transmitirse de un modo muy efectivo entre ellos, lo que ha favorecido la pandemia a la que nos enfrentamos.

En un principio se veía la pandemia como algo lejano, circunscrito a la provincia de Wuham, pero llegó un momento en que, no solo las noticias que llegaban de China comenzaban a ser preocupantes, sino que veíamos cómo el virus comenzaba a extenderse por todo el mundo. Y a pesar de todo ello, la amenaza de una pandemia siempre se vio lejana hasta que estalló. ¿Por qué no se supo ver la amenaza real de la Covid-19?

Es verdad que puede que exista esa percepción por parte de la población. Sin embargo, desde el principio, los servicios de vigilancia epidemiológica –no digo que se tuviera la certeza de los acontecimientos que iban a suceder- pero si fueron advirtiendo, que nos enfrentábamos a una situación que podía llegar a ser bastante complicada. Por establecer un par de momentos clave, creo recordar que fue el 31 de diciembre cuando China informó de algo más de veinte casos de una neumonía de origen desconocido; sin embargo, la información fue muy restringida, y eso que esta vez no hubo el hermetismo de otras ocasiones. El 31 de enero se declaró la enfermedad causada por el coronavirus como una emergencia en salud pública de importancia internacional y se comenzó a enviar información e instrucciones a todos los países y gobiernos para alertar a los sistemas de vigilancia epidemiológica. Pero es verdad que estas medidas debieron acompañarse de otras de índole política y social, y ahí quizá no se comprendió la amenaza, o no se supo transmitir la importancia de medidas más drásticas, quizá porque las amenazas anteriores no llegaron a materializarse en pandemias tan graves como la actual, y por la importante repercusión económica que tendrían en los distintos países las medidas a tomar .En la mayoría de los casos se llegó tarde y no se pudo frenar. Evitarlo hubiera sido imposible, debido a la alta capacidad de contagio del coronavirus, a la movilidad actual de la población, que facilita que un problema detectado en un hemisferio del planeta pueda, en menos de 24 horas haber afectado ya al otro hemisferio y al hecho de que, al ser un virus nuevo, no había inmunidad frente al mismo en la población.  

Desde nuestra perspectiva actual, cuando la pandemia comenzaba a golpear con fuerza, vemos actuaciones que hoy nos parecen cuando menos desconcertantes, como el hecho de no reconocer la necesidad del uso de las mascarillas, algo que ha pasado a ser imprescindible en nuestras vidas. ¿Cómo ha cambiado desde entonces el concepto que se tenía de la pandemia y de la transmisión del virus?

Esas actuaciones se explican porque ante un virus y una situación nueva como las que vivimos, no se tenía un conocimiento previo sobre las características del virus y la  enfermedad, sino que hemos ido aprendiendo sobre la marcha, a medida que fue evolucionando la pandemia. Recientemente se ha demostrado que la transmisión aérea es la vía principal de transmisión, y no –como en un principio se pensaba- que era algo más residual, siendo las principales vías el contacto directo y la transmisión por superficies; de ahí el uso de geles, la limpieza, etc. Hoy sabemos que la transmisión aérea es mucho más importante de lo que se creía y que el virus puede viajar por el aire en forma de partículas mucho más pequeñas y estar en suspensión mucho más tiempo del que se pensaba. Pero esto mismo se ha descubierto ahora con respecto al virus de la gripe. Hemos ido aprendiendo a la vez que el virus nos golpeaba y este aprendizaje forzoso ha hecho incluso que modifiquemos conocimientos que teníamos sobre las enfermedades infecciosas que dábamos por ciertos.  

En ese desconcierto inicial del que hablamos hubo otro elemento protagonista. Y es que, como en otras situaciones ha pasado, ante la pandemia comenzaron a surgir toda una serie de informaciones, de propuestas, algunos más acertados que otros. Y dentro de estos, resultan especialmente peligrosos para la salud de los ciudadanos los bulos, las noticias falsas o, como también se conocen, las fakes news. ¿Cuáles han sido los principales bulos que han circulado sobre la pandemia? ¿Cómo influyen sobre su expansión? ¿Y qué se hace a nivel institucional para evitar esas desinformaciones?

Los bulos son algo muy negativo ya que aportan informaciones falsas que perjudican a los ciudadanos, los desmoralizan e incluso llegan a afectar seriamente, al trabajo de los sanitarios, entorpeciéndolo. En algunas ocasiones, prestando asistencia sanitaria, o en los rastreos, personas negacionistas  han increpado al personal sanitario cuando realizaban la investigación de los casos influidos por las creencias de que las vacunas tienen microchips, que todo es mentira y la pandemia es una invención de los gobiernos o forma parte de un experimento social… Hay muchos de bulos, y el problema es que algunas personas tienden a creer cualquier opinión que venga en las redes sociales porque vienen de algún famoso o algún cantante, antes de lo que establece la evidencia científica. Frente a ello está el método científico y las publicaciones serias ,hechas con rigor,que recogen la evidencia científica que en cada momento.

Ya desde el inicio de la pandemia los epidemiólogos y los virólogos advertían que vendrían brotes sucesivos. Y en efecto, la pandemia se ha manifestado en nuestro país es cinco oleadas. Mirando hacia atrás, la percepción que tenemos es que la primera fue la más grave, quizá por el impacto de las medidas tan estrictas que se tomaron; sin embargo en las posteriores las estadísticas han puesto de manifiesto un número mayor de afectados. ¿Cómo valora este hecho? ¿Cuál fue y cómo se puede saber realmente el impacto de la primera oleada de la pandemia? 

En las cifras que se manejan de la pandemia hay un sesgo; y es que en la primera oleada no se realizaban pruebas diagnósticas a toda la población. Solo se hacían a las personas que requerían ingreso hospitalario o al personal sanitario, con el objetivo de aislarlo y de que no fuese a contagiar. A ellos era a los que se hacía la PCR. Como solo estábamos contando los casos graves que llegaban a los hospitales, muchos de ellos tenían una mala evolución y fallecían. Sin embargo, la mayoría de la gente lo pasó en su casa sin que se le hicieran pruebas diagnósticas ya que no se hacían a la población general. El número de afectados, por tanto, fue mucho mayor que el de las personas con PCR positiva recogido en las estadísticas. Luego, los protocolos se fueron modificando y empezamos a tener pruebas diagnósticas al alcance de atención primaria,  pudimos empezar a detectar casos y a tener cifras más reales de lo que estaba ocurriendo.

Uno de los aspectos más negativos de la pandemia ha sido el alto contagio entre el personal sanitario. ¿Cómo se interpreta el elevado número de afectados en los primeros meses? ¿no se tomaron las medidas necesarias o había desconocimiento de cómo se estaba realizando la transmisión del coronavirus? 

Es difícil contestar a esta pregunta, aunque probablemente se trate de diversos factores. Probablemente el gran número de casos que hubo en un principio fue debido a la falta de equipos de protección adecuados. Quizá pudo influir también el hecho de minusvalorar que el coronavirus se transmitía por vía aérea fundamentalmente en lugar de por contacto o a través de superficies, como se pensó inicialmente.

Una de las medidas para luchar contra la pandemia ha sido el rastreo de los contactos con personas afectadas. ¿En qué consiste realmente el rastreo? ¿Cómo se lleva a cabo? ¿Cómo valora esta medida? 

A día de hoy, para salir de esta pandemia son necesarios tres pilares fundamentales. El primero sería disponer de un tratamiento eficaz para combatir la enfermedad, algo que todavía no se ha conseguido. El segundo sería la vacuna, que en nuestro caso va bastante bien, aunque hay que seguir investigando para conseguir que prevenga la infección. Y el tercero, en el que estamos trabajando muchos sanitarios, es el rastreo, una medida que ya se utilizaba en la Edad Media. Se trata de una tarea muy laboriosa, que persigue aislar durante cierto tiempo a los enfermos para evitar los contagios. Para conseguir esto se sigue el siguiente itinerario. Cuando se detecta un caso positivo nos ponemos en contacto con él y recogemos todos sus contactos estrechos desde dos días antes de la fecha de aparición de síntomas. Si la persona es asintomática recogemos sus  contactos estrechos desde dos días antes de la fecha en la que se le hizo la prueba. Se supone que en ese listado está la persona que contagió y otras que posiblemente se han contagiado. Si conseguimos la localización y el aislamiento de todas ellas los contagios se frenan. De ahí que sea fundamental la colaboración del enfermo, que debe decir cuáles han sido sus contactos y de la sociedad en general, que debe ser consciente de que la mejor manera de ayudar es evitar las interacciones sociales en eventos multitudinarios y cuando se haga es necesario utilizar todas las medidas de seguridad. Sólo así podremos  reducir los contagios y disminuir el trabajo del personal sanitario, que está desbordado y agotado después de año y medio de pandemia. La responsabilidad personal es esencial: no sirve de nada localizar, si luego no se cumple con el aislamiento.

      A partir de ahora es fundamental revisar muchas cosas, entre ellas las medidas legislativas. Se necesitan leyes que ayuden a acabar con situaciones que hemos vivido, que parecen de película, pero que se han dado. No debemos olvidar nunca las muertes que se han producido y el sufrimiento padecido por enfermos y familiares. Por otro lado, no podemos olvidar que los profesionales del sistema sanitario de Atención Primaria están dedicado al ciento diez por ciento a estas tareas y no pueden atender, como es debido, a otros enfermos: hipertensos, diabéticos… Repito, es imprescindible la ayuda de la población en general, que ha de adoptar un comportamiento responsable, siguiendo en todo momento las directrices del personal sanitario. 

Unidad de rastreo del distrito sanitario
¿Qué valoración se hace desde Salud de la enseñanza presencial o semipresencial en los centros educativos? 

Esta es muy positiva. Quiero resaltar la buena coordinación habida entre centros educativos y centros sanitarios a través de dos figuras que han sido claves: el docente coordinador COVID y el enfermero escolar de enlace. Ahora bien, el tema de la prevención en el entorno escolar ha estado muy ligado a la edad y a los comportamientos. En Infantil y Primaria han funcionado muy bien los grupos burbuja y el grado de contagio ha sido muy bajo; los niños más pequeños no han sido tan transmisores como esperábamos en un principio. Sin embargo, en los adolescentes sí ha habido más difusión, aunque se ha frenado gracias a los rastreos, que han funcionado bastante bien. Hay que resaltar que no se ha cerrado ningún colegio o en caso afirmativo lo ha hecho alguno de pequeño tamaño. Sí se han cerrado algunas aulas.

En la cuarta oleada, Alcalá la Real ha tenido cifras de afectados por la pandemia por encima de la provincia, Andalucía y España. ¿Por qué las oleadas se muestran con distinta incidencia o importancia en diversas localidades? ¿Qué factores pueden explicar esta distinta incidencia en los contagios? ¿Y en las cifras de fallecidos? 

Pues también es una pregunta difícil. Seguramente, tendremos una opinión más certera cuando pase más tiempo y podamos revisar todo lo que ha acontecido. Con la luz del conocimiento actual tenemos claro que el nivel de transmisión siempre va asociado a comportamientos humanos, derivados de la participación en determinados eventos sociales, competiciones deportivas…, que favorecen la transmisión del virus. Otro elemento que influye mucho es la susceptibilidad poblacional, ligada a un factor principal que es la edad. Los municipios del ámbito rural con población más envejecida, es el caso de muchos municipios de la provincia de Jaén, han tenido más enfermos con complicaciones y a su vez más días de enfermedad y como consecuencia de ello la transmisión del virus ha sido mucho mayor y también el número de fallecimientos.  

La última esperanza frente a la pandemia estaba en las vacunas y ya han llegado ¿Cómo valora el hecho de que las vacunas se hayan desarrollado en un tiempo tan rápido? ¿Les resta por ello eficacia? 

En absoluto, es una percepción errónea. En realidad no ha sido tan rápido. No podemos olvidar que en los últimos años se ha investigado mucho en vacunología, sirva de ejemplo el desarrollo que ha tenido la aparición de una vacuna contra un tipo de cáncer , como es la vacuna frente al virus del papiloma humano, responsable entre otras patologías de la aparición de cáncer de cuello uterino. Esta y otras experiencias han permitido un avance rápido en la investigación relacionada con vacunas y aprovechando ese desarrollo tecnológico e investigador se ha podido conseguir la vacuna contra el coronavirus en tiempo récord. Eso no quiere decir que no se hayan cubierto todos los pasos, filtros y medidas de seguridad requeridas. No ha habido atajos y si los ha habido ha sido en el terreno burocrático, pero no en bioseguridad, comportamiento, interacciones, fases, que se han cumplido escrupulosamente. La valoración es muy positiva. Personalmente me encuentro muy satisfecho de la respuesta sanitaria y de cómo el ser humano ha sido capaz de crear en un tiempo corto una respuesta efectiva frente al coronavirus.

Cuando estuvieron disponibles las vacunas se empezaron a administrar a las personas  con más riesgo, los mayores y al personal sanitario. Sin embargo, cuando empezó a aplicarse al resto de la población asistimos a una serie de cambios de criterio en las edades a las que aplicarse, especialmente con la vacuna de AstraZeneca, que causaron cierto desconcierto en los ciudadanos que debían recibirla. ¿A qué se debieron esos cambios de criterios? 

Es complicado, pues se mezclan temas sanitarios y políticos y la verdad es que me resulta difícil dar una respuesta. Hay una cosa que es evidente y es que en Medicina siempre prima el principio de precaución. Cuando tenemos dudas y  no sabemos si algo puede dañar o crear efectos adversos importantes, por precaución, se paraliza la administración del producto y se comprueba y analiza si la amenaza es real. Es lo que ha ocurrido con la aplicación de la vacuna de AstraZeneca, que se paralizó en un primer momento, para comprobar si tenían relación la aparición de trombos tras la vacunación

Tras comprobar que la aparición de estos efectos adversos graves, eran muy poco frecuentes y que las ventajas de la vacunación sobrepasaban ampliamente a los inconvenientes (aparición de trombos) se decidió continuar con su inoculación. Y, efectivamente, esa decisión no siempre fue entendida por la opinión pública y provocó rechazo social en algunas personas, a pesar de las explicaciones que se dieron. No podemos olvidar la gran demanda social que había de la vacuna, todos los grupos se consideraban de riesgo y generaban una gran presión reclamando ser vacunadas con inmediatez. Pese a este inconveniente acaecido, creo que el proceso que se ha seguido es correcto.

En las últimas semanas se han dado a conocer casos de personas vacunadas que se han vuelto a infectar, aunque normalmente con cuadros clínicos más benignos que en los no vacunados. Y otro hecho que también pueda explicar bastantes casos en esta últimas oleadas es la percepción de las personas de que habiendo recibido la vacuna no se contagia la covid-19 a otros individuos. ¿Qué nos puede decir sobre ello?

Lo primero es animar a todo aquel que aún no se ha vacunado, a que lo haga.

La gente tiene que ser consciente de que estamos ante el reto infeccioso más importante de la historia de la humanidad, tenemos más de 180 millones de infectados y más de 4 millones de muertos. Hace poco leí una reseña que es muy muy gráfica y que puede servir para sensibilizar a la población que es reticente a vacunarse. Es como si cada día se estrellaran 23 Boeing 747, ¿alguien en su pleno juicio compraría un billete para ese tipo de avión?, seguro que no. Pues, aunque parezca imposible sí que hay personas que siguen comprando billete para la lotería del COVID-19, o bien no vacunándose, o bien actuando de manera irresponsable en su comportamiento social.

Probablemente como hemos comentado anteriormente, debido al tiempo record en que se han conseguido las distintas vacunas no se ha logrado que sean efectivas al cien por cien, sólo al 90%, lo cual es espectacular. Por ello, es posible que una de cada diez personas vacunadas se infecte a pesar a estar correctamente vacunada. Las vacunas actuales han conseguido evitar en la mayoría de los vacunados la aparición de enfermedad grave, pero no evita al 100% la posibilidad de reinfectarse, por ello, para seguir mejorando es imprescindible, que a pesar de estar vacunados, continuemos con las medidas de precaución, conocidas por todos ( uso de mascarilla en espacios cerrados y distancia social, especialmente con los más frágiles), y conseguir aumentar el porcentaje de personas vacunadas, que será lo que consiga que recuperemos nuestra vida normal y olvidemos esta pesadilla.

Aprovecho esta entrevista para rogar a todas las personas que no se han vacunado aún, a que sean solidarias con el resto de la sociedad y que lo hagan.

No queremos dejar de preguntarle sobre la quinta ola de la que estamos saliendo ahora, que ha afectado a nuestro país, también a nuestra comunidad, provincia y municipio.  ¿Cuál ha sido el detonante?, ¿se podría haber evitado?, ¿se puede achacar a la conducta negligente de los jóvenes o hay otras causas? 

No tengo la certeza plena pues habría que aplicar un buen estudio epidemiológico (planteamiento de hipótesis, metodología, recogida de información y valoración de resultados). Lo que  puedo dar son impresiones y mi impresión es que en esta quinta ola la transmisión ha estado muy ligada a personas jóvenes, con edades comprendidas entre los 18 y 30 años. Creo que hay un pistolelazo de salida, que coincide con la finalización del curso escolar. En nuestro rastreo hemos comprobado que muchos casos estaban unidos a botellones, fiestas fin de curso, graduaciones, reuniones en piscinas… Afortunadamente el sistema inmunitario de los jóvenes funciona perfectamente y gracias a ello, la mayoría de los casos, han sido asintomáticos o han pasado la enfermedad con síntomas leves. Pero esta circulación del virus trae consigo, el aumento de la mortalidad en personas mayores, que en algunos casos han coincidido con los padres y abuelos de los jóvenes contagiados en fiestas.

Pues vamos llegando al final de esta entrevista y nuestra pregunta mira al futuro. Los investigadores advierten que esta no será la última pandemia, ¿qué se ha aprendido de ésta para afrontar las posibles pandemias que puedan venir?

Lo primero que hemos aprendido es que desde el punto de vista de salud pública nos encontrábamos casi en mantillas, pues los sistemas sanitarios de los distintos países habían potenciado mucho la medicina asistencial y hospitalaria, pero no la de salud pública. Espero que esta pandemia sirva para mejorar nuestros sistemas de vigilancia epidemiológica pues el desarrollo de los mismos hará que podamos  para asesorar a nuestros políticos para que estos tomen las medidas más oportunas. Espero también que haya servido para que la población sea consciente de que los sanitarios estamos para ayudar, para prevenir, para curar y no para actuar de policías. Si nosotros recomendamos el aislamiento, éste, es un tratamiento más que hay que respetar para evitar aumento de contagios y el colapso en nuestros hospitales. También espero que a la luz de la experiencia haya un desarrollo legislativo que favorezca las intervenciones en materia de salud pública de los distintos colectivos profesionales,  que han de actuar en estos casos para salvaguardar la salud de nuestros ciudadanos.

Para finalizar quiero deciros que todas las preguntas que me habéis hecho me han parecido muy pertinentes y que ha sido un placer colaborar con vosotros. Espero que lo aportado os pueda servir de ayuda.

martes, 21 de septiembre de 2021

Datos Covid-19 en Alcalá la Real: 13 - 17 de septiembre de 2021

 

Los buenos resultados de las últimas semanas se afianzan en esta, que sólo ha registrado un caso, algo que no ocurría desde  la tercera semana de agosto del año pasado. La cifra total de confirmados asciende a 2315.

La tasa de incidencia acumulada a 14 días ha continuado bajando (36,9 puntos), desde 59,9 el día 10 a 23 el día 17. Para encontrar un dato parecido tenemos que remontarnos a la segunda quincena de agosto de 2020, en la que hubo muchos días con una incidencia de 13,88. La incidencia a 7 días también ha descendido ligeramente, desde 18,4 a 4,6. Esta mejoría en nuestro municipio ha ido de forma paralela a la registrada en nuestra provincia, en Andalucía y en España. Ello ha sido posible gracias al éxito del proceso de vacunación, con una proporción cada vez mayor de personas inmunizadas que reduce tanto el riesgo de transmisión como la gravedad de los síntomas en caso de contagio.

Igualmente, los datos positivos se han dado en todos los municipios de la provincia con más de 20 000 habitantes. Con una incidencia a 14 días por debajo de la tasa provincial (52,4) están por orden ascendente: Andújar (10,9), Linares (17,4), Alcalá la Real (23), Úbeda (26,2) y Jaén (capital) (28,4). Un poco por encima, Martos (69,8).

También ha continuado descendiendo la incidencia a 14 días en Andalucía, que, de viernes a viernes, ha pasado de 116,7 a 79,6. Hay cuatro provincias con una tasa inferior a la autonómica: Córdoba (51,3), Jaén (52,4), Cádiz (56,4) y Granada (71,2) y cuatro por encima: Málaga (85,3), Huelva (96,7), Sevilla (97,4) y Almería (110,9).

En esta semana tampoco ha habido defunciones, que se mantienen en 53, y ha habido un importante número de curados (39). Estas circunstancias, junto con el reducido número de contagios, han producido un descenso importante de casos activos, que, del día 10 al 17, han pasado de 79 a 41. Esta última cifra es la más baja desde el pasado 13 de julio, cuando se estaba iniciando la quinta ola de la que ahora estamos saliendo.

Una semana más, adjuntamos un enlace a la Junta de Andalucía donde los jóvenes con 12 años cumplidos o más (nacidos en 2009 y años anteriores) ya pueden pedir cita: https://www.sspa.juntadeandalucia.es/servicioandaluzdesalud/ciudadania/consejos-de-salud/nuevo-coronavirus-informacion-sobre-la-alerta/vacunacion-covid-19/vacunacion-covid-19-citacion

Como viene siendo habitual, en la sección de noticias pueden seguir la evolución del proceso de vacunación en España y en el mundo.

jueves, 16 de septiembre de 2021

El cólera morbo asiático: la plaga del siglo XIX

Mujer joven que murió de cólera, retratada cuando sana y cuatro horas antes de morir (Imagen de dominio público: https://wellcomecollection.org/works/vt5g3jxf).



Desde un punto de vista epidemiológico, el siglo XIX es la centuria de las grandes pandemias de cólera. En España, a lo largo de ese periodo, esta enfermedad tomó el relevo a la fiebre amarilla y se presentó al menos en cuatro ocasiones, provocando una elevada mortalidad. Hasta entonces, era endémica de la zona del río Ganges en la India; sin embargo, el desarrollo de los medios de transporte hizo que comenzara a extenderse a través de las rutas comerciales dando lugar a una serie de oleadas que se expandieron por todo el mundo. A nuestro país llegó por primera vez en enero de 1833, entró por Vigo procedente de Portugal. En Andalucía lo hizo desde el Algarve portugués. Durante 1834 se extendió por toda España y las estadísticas de la época señalan cerca de cuatrocientos cincuenta mil afectados y más de cien mil muertos en la primera oleada, aunque probablemente estas cifras estén subestimadas.

El Boletín Oficial de Jaén, en su edición de 19 de septiembre de 1833, fecha en la que el cólera comenzaba a extenderse por Sevilla y Huelva, hace una descripción de los síntomas de la enfermedad: dolor de cabeza, mareos, sed con apetito por las bebidas frías, vómitos, diarrea, frío intenso en el exterior y calor en el interior, dolores de vientre y calambres. Una descripción muy benigna de la enfermedad, sin lugar a dudas para no alarmar a la población. José Antonio López Cordero, en su libro Sociedad y economía del Jaén Isabelino, añade a los anteriores la alteración del semblante, la languidez de la mirada y el hundimiento de los ojos, el color azulado alrededor de los párpados y los labios que se extiende por la cara, la afonía, la lividez de las uñas, las arrugas en los dedos debido a la deshidratación, el sudor helado, la pérdida de conciencia y la muerte. Algunos de estos rasgos se pueden apreciar en la ilustración con la que abrimos esta entrada.

Son varios los factores que pueden explicar el elevado impacto del cólera en la sociedad de la época. Por un lado, las deficientes condiciones higiénicas y sanitarias de las poblaciones de la época; por otro el propio concepto de la enfermedad infecciosa que reinaba entonces. Las epidemias se relacionaban con alteraciones de la calidad del aire, con unos agentes denominados miasmas cuyo origen estaba en aquellos lugares donde se producía la putrefacción del aire, desde donde se transmitía y contagiaba la enfermedad. La piel era especialmente sensible a ellos, y como recogía el Boletín Oficial de la Provincia de Jaén y referíamos en una entrada anterior, se proponía la existencia de causas digestivas predisponentes -como el consumo de determinados alimentos- y otras que afectaban directamente al cutis -como cambios bruscos de temperatura, baños fríos- que favorecerían la acción de los miasmas.

La enfermedad, paralelamente, se explicaba por la teoría de los humores, que proponía que aparecería como consecuencia del desequilibrio, bien por la falta o por el exceso, de determinados fluidos corporales, entre los que se encontraba la bilis o la sangre. Ambos planteamientos resultan necesarios para entender desde nuestra perspectiva actual los tratamientos que se aplicaban frente al cólera en el siglo XIX y la inutilidad, cuando no lo pernicioso, de los mismos. A estos remedios dedicaremos una próxima entrada en este blog.

Los primeros indicios acerca de la naturaleza del agente causante de la enfermedad vinieron de los trabajos de John Snow, quien a mediados del siglo XIX relacionó el cólera con el consumo de agua contaminada de una fuente de Londres. Años después, Pasteur y Koch desarrollaron la teoría microbiana de la enfermedad pudiéndose atribuir el cólera morbo a una infección por la bacteria Vibrio cholerae.

Hos día está claramente establecido que el cólera es una enfermedad infecto-contagiosa que se transmite mediante la ingestión de agua o de alimentos contaminados por algunas variedades de Vibrio cholerae por transmisión fecal-oral. Tras se ingerida, la bacteria se multiplica en el intestino delgado produciendo una toxina que favorece la salida de agua de las células provocando una diarrea grave que puede conducir a la deshidratación y a la muerte en poco tiempo si no es tratada. El tratamiento consiste en la rehidratación oral y en la reposición de los líquidos perdidos; en los casos más graves es necesario rehidratar al paciente por vía intravenosa, mediante sueros. Los antibióticos solo están recomendados en los casos más graves. Existen en la actualidad tres vacunas que se administran oralmente y cuya efectividad está comprobada; en ello fue pionero un español, Jaime Ferrán, quien desarrolló la primera vacuna frente al cólera en 1885, la primera también en ser aplicada frente a una enfermedad bacteriana.

Pero a pesar de todos estos avances, el cólera aún no se ha erradicado: la Organización Mundial de la Salud calcula que cada año se producen en el mundo entre 1,3 y 4 millones de casos de cólera y entre 21.000 y 140.000 defunciones, especialmente en países pobres. Como ya lo fue en el siglo XIX, el cólera sigue siendo un lamentable indicador de desigualdad social en este mundo avanzado del siglo XXI.

lunes, 13 de septiembre de 2021

Datos Covid-19 en Alcalá la Real: 6 - 10 de septiembre de 2021

 

Los buenos resultados de la semana anterior se confirman en esta, que ha registrado igual número de contagios (8), siendo tres los días sin ningún caso positivo. La cifra total de confirmados asciende a 2314.

La tasa de incidencia acumulada a 14 días ha continuado bajando (46 puntos), desde 105,9 el día 3 a 59,9 el día 10. Esta última tasa es la que teníamos el 6 de julio; desde entonces no ha dejado de subir hasta alcanzar el pico (898,2) el 12 de agosto. A partir de esa fecha comenzó la fase descendente de esta quinta ola, en la que nos encontramos ahora. La incidencia a 7 días ha descendido ligeramente, desde 23 a 18,4.

Los datos positivos también se dan en todos los municipios de la provincia con más de 20 000 habitantes, que tienen una incidencia a 14 días por debajo de la tasa provincial (116,7). Por orden ascendente son: Úbeda (49,5), Alcalá la Real (59,9), Andújar (62,8), Jaén (capital) (88,7), Martos (94,5) y Linares (104,6).

También ha continuado descendiendo la incidencia a 14 días en Andalucía, que, de viernes a viernes ha pasado de 194,3 a 116,7. Hay cinco provincias con una tasa inferior a la autonómica: Cádiz (86,4), Córdoba (87,9), Granada (104,3), Jaén (105,5) y Málaga (113,4) y tres por encima: Almería (129,8), Sevilla (146,1) y Huelva (150).

Una semana más no se han producido defunciones, cuyo total asciende a 53. Se han registrado 14 curados, 2182 desde el inicio de la pandemia. Asímismo han descendido los casos activos, que, de viernes a viernes, han pasado de 85 a 79. Esta última cifra es la más baja desde el 16 de julio, cuando había 68.

En la sección de noticias pueden seguir la evolución del proceso de vacunación en España y en el mundo, así como otras noticias relacionadas con la pandemia; desde ahí se puede enlazar con la fuente original. Una semana más, adjuntamos un enlace a la Junta de Andalucía donde los jóvenes con 12 años cumplidos o más (nacidos en 2009 y años anteriores) ya pueden pedir cita: https://www.sspa.juntadeandalucia.es/servicioandaluzdesalud/ciudadania/consejos-de-salud/nuevo-coronavirus-informacion-sobre-la-alerta/vacunacion-covid-19/vacunacion-covid-19-citacion

Finalmente, invitamos a nuestros lectores a que participen en la sección de comentarios que aparece al final de cada entrada para hacer este blog más interactivo. Para ello basta con pulsar sobre comentarios y acceder a la pantalla de edición. Una vez escrito el texto se podrá validar con el nombre del autor o incluso de forma anónima.

martes, 7 de septiembre de 2021

De las pandemias del pasado a la covid-19: las epidemias de cólera morbo asiático en Alcalá la Real

Allá por 1999 veía la luz el primero de una serie de publicaciones que hemos dedicado a las epidemias que han afectado a Alcalá la Real a lo largo de la historia, en el que analizábamos los efectos de la epidemia de cólera de 1855. En él, situábamos la importancia de esta enfermedad en el contexto de las epidemias que habían afectado a las poblaciones europeas: la peste hasta el siglo XVII, la viruela durante el siglo XVIII, el cólera al que hacemos referencia a lo largo del siglo XIX o la gripe, principalmente durante las primeras décadas del siglo XX, aunque hubo otras pandemias posteriores de menor importancia años más tarde. Lejos estábamos entonces de imaginar que en estas primeras décadas del siglo XXI, las enfermedades causadas por coronavirus (SARS, MERS) y muy especialmente, la covid-19 definirían un nuevo capítulo de la historia epidemiológica mundial afectando esta última hasta ahora a 220 millones de personas y produciendo más de cuatro millones y medio de fallecidos. Hasta ese momento, nuestros estudios se habían basado en la información que contenían las actas de fallecimientos o los documentos históricos conservados en el AMAR; por el contrario, la pandemia causada por el SARS-Cov-2 nos hacía vivir en tiempo real los estragos de la enfermedad en nuestra sociedad. Y ese fue el origen de este blog, combinar el registro de la evolución de la nueva pandemia y de sus efectos con lo que la historia nos decía de las epidemias del pasado.

Como decimos, nuestros inicios tuvieron como objeto de estudio al cólera morbo asiático, enfermedad que afectó en repetidas ocasiones a Alcalá la Real: 1834, 1855, 1860 y 1885; a cada una de ellas dedicaremos un espacio en este blog. 

A lo largo de la historia se han producido cinco grandes pandemias de cólera. La primera de ellas, entre 1817 y 1823, no llegó a afectar a los países europeos pues no se extendió más allá del mar Caspio. La segunda (1828-1838) llegó a la Península Ibérica en 1833, extendiendose por España desde Portugal. De ello nos ha queda constancia en el Boletín Oficial de la Provincia de Jaén.  En su edición del 19 de junio de 1833 se comentaba que la enfermedad afectaba a Lisboa y a otras ciudades portuguesas. Y aunque por entonces aún no se había manifestado en España, en el número del día siguiente (20 de junio) se advertía que, aunque tanto la Providencia como las medidas del Gobierno eran suficientes para inspirar tranquilidad, sería difícil no sufrir la epidemia. Se instaba desde ese docimento a no dejarse llevar por la deseperación. Como es bien sabido, el cólera se extendió por España y los registros de la época informan de unos 450.000 afectados y más de 100.000 fallecidos.

Los estragos que causó el cólera se debieron en gran medida al concepto que se tenía entonces de la enfermedad. Y tambiénse habla de ello en el boletín de la provincia. En el número del 20 de junio de 1833 se afirma que el principio causante de la enfermedad se encontraba en el aire y que existían dos tipos de causas predisponentes ante la enfermedad, unas que obraban en el estómago y otras que lo hacían en la piel. 

Entre las que afectaban al aparato digestivo citaba los alimentos flatulentos o indigestos, los vegetales crudos, las frutas ácidas o inmaduras, las carnes saladas, las bebidas frías y la embriaguez. Estas causas serían responsables de romper el equilibrio entre las fuerzas vitales, las cuáles tendrían que actuar más en las vísceras en respuesta a tales alimentos, disminuyendo en la piel y dejándola expuesta a la atmósfera, donde se creía residía el verdadero componente morboso de la enfermedad.

Entre las causas predisponentes de la piel estarían las variaciones bruscas de temperatura, la exposición a corrientes de aire, especialmente si se estaba sudando, o el bañarse si se estaba acalorado. La idea era que estas actuaciones debilitarían la piel haciéndola más sensible a los miasmas del aire. También se consideraban causas predisponentes la tristeza y el miedo.

A pesar de que en el texto se anunciaba que la información sobre el cólera continuaría en números siguientes, no se volvió a publica nada sobre el cólera en este sentido hasta el día 19 de septiembre, tres meses después. El objetivo era no alarmar a la población. Pero para entonces, la enfermedad ya se extendía por Sevilla y Huelva, donde había llegado a través de Extremadura. Esto justificaba que se dieran a conocer nuevas informaciones, como las medidas tomadas en Sevilla y que podrían ser aplicables a otras poblaciones; entre ellas se citaba la prohibicón de las reuniones de todo tipo (salvo en la iglesia), prohibir el luto o cualquier manifestación que pudiese hacer decaer el ánimo de las personas, suprimir las ferias y veladas o rebajar los derechos de enterramiento, siendo gratuitos para los pobres. Igualmente se describen en ese número los síntomas de la enfermedad: dolor de cabeza, mareos, sed, vómitos, diarreas, frío intenso en el exterior del cuerpo y calor en el interior (fiebre), dolores abdominales y calambres. Se indicaba que un diagnóstico precoz y el tratamiento temprano facilitaba la curación. Y del mismo modo, también se hacía referencia a algunos remedios frente al cólera, a lo que también dedicaremos una entrada de este blog.

A pesar de haber transcurrido dos siglos desde la primera pandemia de cólera que afectó a Alcalá la Real, vemos elementos comunes con la que ahora nos afecta. A la alarma causada por la proximidad de la enfermedad solía seguir una etapa con la confianza en que no llegara o como veremos en próximas entradas con la negación de la misma cuando ya había casos en las poblaciones; en cuanto a las medidas preventivas, las limitaciones de las reuniones o incluso el confinamiento o el cierre de fronteras nos recuerda a los cinturones sanitarios de entonces. Son paralelismos que nos hacen ver que conocer las epidemias del pasado se hace necesario para comprender la pandemia del presente.

lunes, 6 de septiembre de 2021

Datos Covid-19 en Alcalá la Real: 30 de agosto - 3 de septiembre de 2021

 

En esta semana de transición entre agosto y septiembre ha continuado bajando el número de contagios, se han registrado ocho. El descenso es altamente positivo, en las anteriores habían sido 18, 24, 71 y 113. La cifra oficial de alcalaínos que han contraído la COVID-19 asciende a 2306.

Esta reducción se ha visto reflejada en la incidencia acumulada a 14 días, que ha descendido 55,3 puntos, pasando de 161,2 el viernes 27 a 105,9 el viernes 3. Esta última tasa es cercana a la que teníamos el 9 de julio (92,1), cuando se había iniciado la fase ascendente de esta quinta ola. Es importante que esta incidencia siga bajando aunque es normal que lo haga a menor ritmo. También ha sido muy positiva la evolución en los últimos siete días, que, de viernes a viernes, ha pasado de 73,7 a 23.

Si comparamos los municipios giennenses con más de 20 000 habitantes, la incidencia acumulada alcalaína a 14 días (105,9) es la más baja, algo que no ocurría desde primeros de julio. Le siguen en orden ascendente: Úbeda (107,8), Andújar (117,4), Jaén-ciudad (142,8), Martos (160,2) y Linares (193,5. Todos, menos el último, por debajo de la media provincial (180,9).

También ha continuado descendiendo la incidencia a 14 días en Andalucía, que, del viernes 27 al viernes 3, ha pasado de 270 a 194,3. Hay seis provincias con una tasa inferior a la autonómica: Cádiz (136,2), Granada (161), Córdoba (161,2), Málaga (175,3), Jaén (180,9) y Almería (193,6), y dos por encima: Sevilla (248,1) y Huelva (272).

Otros datos muy positivos son la cifra de defunciones, que se mantiene una semana más, y ya van quince, en 53; y que 52 alcalaínos se han curado. Como consecuencia de ello, así como del descenso de contagios, se ha reducido sensiblemente el número de casos activos, que al terminar la semana es de 85, cifra similar a la que teníamos el 19 de julio.

Por lo que respecta a agosto, ha finalizado con un alto número de casos (230), el cuarto mes con más contagios después de noviembre 2020 (398), abril 2021 (397) y octubre 2020 (313). La primera parte ha coincidido con la fase ascendente de la quinta ola, que alcanzó su punto más alto el día 12 (898,2); fecha a partir de la cual entramos en una etapa descendente, en la que nos encontramos, que, a día 31, era de 147,4. Afortunadamente, como ocurrió también en los dos meses anteriores, no se han producido defunciones, que continúan siendo 53. Se han curado 294 personas y los casos activos se han reducido de 177 a 101, alcanzándose el máximo el día 13 con 241.

En la sección de noticias pueden seguir la evolución del proceso de vacunación en España y en el mundo. Una semana más, adjuntamos un enlace a la Junta de Andalucía donde los jóvenes con 12 años cumplidos o más (nacidos en 2009 y años anteriores) ya pueden pedir cita: https://www.sspa.juntadeandalucia.es/servicioandaluzdesalud/ciudadania/consejos-de-salud/nuevo-coronavirus-informacion-sobre-la-alerta/vacunacion-covid-19/vacunacion-covid-19-citacion