martes, 6 de abril de 2021

La covid-19 y los centros educativos alcalaínos: la SAFA

Iniciamos hace unas semanas una serie de entradas dirigidas a dar a conocer cómo los distintos centros educativos alcalaínos han afrontado la pandemia causada por el SARS-Cov-2. Es ahora el turno de las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia (SAFA), centro que imparte enseñanzas de Educación Infantil, Primaria, Secundaria Obligatoria, Bachillerato y Formación Profesional. Entrevistamos a su director, Domingo Ruiz López, unos días antes de que se cumpliera el primer año desde el inicio de la pandemia de Covid-19. 

Cuando vamos a cumplir un año del inicio de la pandemia actual de la COVID-19, podemos distinguir dos etapas en el desarrollo de los dos últimos cursos escolares. Una primera, de marzo a junio del año pasado, de actividad no presencial y otra, de septiembre a la actualidad, en la que los alumnos sí acuden a sus respectivos centros. ¿Qué medidas de prevención e higiene se han tomado? ¿Qué cambios importantes se han producido en la organización y funcionamiento del centro a lo largo de este curso? ¿Cómo valoráis ambas etapas? ¿Cuáles han sido las principales dificultades con las que os habéis encontrado? ¿Cuáles han sido los aspectos más negativos y cuáles los más positivos?

El Equipo Directo del centro ha elaborado a lo largo del verano e inicio del presente curso el Protocolo Covid. Dicho protocolo responde al modelo homologado por la Inspección Educativa y ha partido del documento marco del área de Prevención de Riesgos Laborales de la Fundación SAFA. Evidentemente, se ha tenido que contextualizar y concretar en función de la realidad de nuestro centro. Además, se ha contado con la ayuda de la Comisión Específica Covid del centro para su concreción y seguimiento (Plan de reuniones).

Entre las principales medidas de prevención e higiene cabe destacar: la limpieza y desinfección de todas las estancias del centro antes del inicio, procedimiento de ventilación de aulas y espacios, protocolo de vulnerabilidad para los profesionales, formación para todo el personal del centro, priorización de los medios telemáticos para actividades de coordinación y organización (reuniones de coordinación, claustros, sesiones de evaluación,…), organización del alumnado por grupos de convivencia (comúnmente conocidos como burbujas, en otras comunidades), distribución de geles hidroalcohólicos en todas las estancias, limitación de aforos, zonificación de espacios por grupos de convivencia, señalización del sentido y pasillos, control de flujos para la entrada y salida del centro, entre otras muchas medidas.

Un cambio importante en la organización y funcionamiento del centro con objeto de limitar los contactos ha sido la organización por grupos de convivencia. En secundaria cada nivel es un grupo de convivencia y en postobligatorio cada modalidad de bachillerato y familia profesional forman su propio grupo de convivencia. Por otro lado, la Consejería de Educación posibilitó una organización flexible para reducir el número de alumnado (ratio) en los grupos a partir de 3º ESO. Nosotros apostamos por la presencialidad con objeto de dar calidad y ofrecer equidad; sin embargo, debido a la alta tasa de contagio en la localidad y centro tuvimos que solicitar un cambio de modalidad a semipresencial con grupos parciales y en días alternos para 4º ESO, 1º Bachillerato y 1º FP en los ciclos con más de 20 alumnos/as, por clase. Dicha medida tuvo sus pros y contras. Está claro que se redujo la ratio del alumnado en clase, se pudo mantener el distanciamiento sociales entre 1,5 y 2 metros entre alumnado, se pudo trabajar mejor en clase pero se avanzó más despacio, no pudimos tener constancia de que el alumnado en su día en casa trabajara el material y tareas enviadas, a ciertos alumnos/as le supuso perderse un poco, etc. La valoración de la medida no ha sido negativa, pero al inicio del segundo trimestre volvimos a la presencialidad para todos los grupos del centro.

Los principales problemas que nos hemos encontrado en el primer periodo (marzo a junio) son la falta de recursos (dispositivos, acceso a internet, etc.), brecha digital (alumnado y familias), falta de formación en el profesorado para abordar una enseñanza a distancia, los problemas emocionales de la situación de confinamiento y necesidades básicas de las familias no cubiertas. En el inicio del presente curso nos hemos encontrado con falta de base y perdida de hábitos de trabajo. Y en el periodo de la semipresencialidad los anteriormente mencionados.

¿Qué recursos materiales y humanos han llegado a los centros con el inicio del curso actual? ¿Son suficientes?¿Se ha reforzado el servicio de limpieza? Aparte de la compra de gel, mascarillas… ¿se han adquirido recursos especiales como medidores de CO2 o incluso purificadores de aire con filtros HEPA?

La Consejería de Educación ha reforzado las plantillas docentes con los refuerzos Covid en función del número de unidades. En nuestro caso hemos tenido una sobredotación de un profesor del ámbito sociolingüístico. Dicho recurso humano se está empleando para cubrir la numerosas bajas del personal docente (positivos de profesorado, cuarentenas por contactos estrechos, bajas por IT, etc.). Además, se está reforzando al alumnado que presenta más dificultades con las medidas del segundo profesor en el aula y refuerzos educativos. No siendo suficiente para desdoblar los grupos más numerosos y tampoco tenemos la disponibilidad de espacios (aulas) para desdoblar las unidades. Por otro lado, la Consejería de Educación ha aumentado la partida de otros gastos para hacer frente al gasto generado por la limpieza de los espacios comunes y servicios durante la jornada escolar. De este modo, hemos podido contratar a una persona para reforzar la limpieza.

Además, la Consejería de Educación está proporcionado mascarillas quirúrgicas y geles hidroalcohólicos, por mes, para el personal docente y no docente del centro. El centro está proporcionando mascarillas higiénicas reutilizables corporativas y FFP2 para el personal que está en contacto directo con el alumnado que no utiliza mascarilla y batas para todo el personal.

Por último, el centro ha adquirido medidores de CO2 para realizar un estudio de la concentración de éste en las clases y concretar un procedimiento de ventilación natural en las aulas (Protocolo Covid), sin olvidar la necesidad de mantener cierto bienestar térmico. También se ha instalado un sistema de ventilación forzada para aquellas aulas que no tenían la ventilación adecuada (determinadas aulas de FP). No se han adquirido filtros HEPA, aunque hemos contado con la colaboración de las AMPAs. No siendo necesario ya que tras el estudio realizado se ha podido comprobar que aplicando el procedimiento de ventilación establecido se mantiene una concentración de menos de 1000 partículas por millón.

¿Creéis que los cambios producidos, en relación con el uso de las nuevas tecnologías, van a quedarse en los centros?

Sí, por supuesto. Pero como un recurso más, no como modelo único de enseñanza. Es fundamental en las etapas obligatorias la presencialidad. De hecho todo el alumnado de secundaria y postobligatoria tienen una cuenta institucional (@alr.safanet.es) con acceso a nuestra plataforma de gestión y comunicación, Brocal SAFA. En dicha plataforma tienen acceso a aplicaciones como Gmail, Drive y Classroom, siendo utilizadas por los docentes para la comunicación y como recurso didáctico. Todos los grupos y asignaturas tienen clases de Classroom y estamos utilizando de manera rutinaria dichos recursos a lo largo del primer y segundo trimestre.

Por los medios de comunicación y por las declaraciones de las autoridades educativas sabemos que los centros han resistido al coronavirus mejor de lo que se esperaba. El porcentaje de aulas confinadas en nuestro país está entre el 0,7 y el 2% del total. Esto ha hecho que Gobierno Central y Gobiernos Autonómicos hayan apostado por mantener la educación presencial. ¿Cómo valoráis esta decisión? ¿Cuántas aulas se han cerrado temporalmente en vuestros centros? ¿Cuántos alumnos, profesores, personal no docente se han contagiado?¿Cuántos han guardado cuarentena, por unos u otros motivos? Los momentos en que ha habido más contagios, ¿han coincidido con los picos de la segunda y tercera ola (noviembre y febrero) en nuestro municipio?

Aunque ya lo he comentado anteriormente, creemos que ha sido una decisión controvertida pero acertada desde nuestro punto de vista. Hemos trabajado mucho durante el primer trimestre los aprendizajes no abordados en el curso pasado (secundaria y bachillerato). También hemos constatado que el alumnado de ciclos formativos ha perdido muchas horas de prácticas y hemos tenido que reforzar los resultados de aprendizaje vinculados a las actividades de taller. No hemos cerrado temporalmente ninguna aula, ni servicios complementarios. Hemos tenido 44 alumnos/as, 4 profesores y 3 del PAS contagiados. En relación a cuántos han guardado cuarentena (por contacto estrecho) una media 4 alumnos/as por positivo, 8 profesores y 5 del PAS. Nuestro pico de contagio coincidió con la segunda ola en el municipio (noviembre). No obstante, podemos afirmar que no ha habido transmisión ni contagios en las aulas. Todos los estudios de contactos estrechos en el aula han salido negativos tras las correspondientes Pruebas de Diagnóstico (PDIA). Solo hemos tenido un posible contagio por transferencia en el centro, ya que ambos alumnos compartían habitación en nuestra Escuela Hogar.

 

Sabemos que han sido muchas las directrices que han llegado a los centros desde la Delegación Provincial de Educación. ¿Cómo ha sido la relación entre esta y los colegios? ¿Se han atendido vuestras peticiones? ¿Ha sido efectiva la designación de un/una docente como coordinador/a COVID? ¿Qué atribuciones ha tenido? ¿Existe un plan escrito donde se detalle cómo se debe de actuar?

Pues han sido muchas las directrices, instrucciones, resoluciones, recomendaciones… que hemos recibido desde la Consejería de Educación, la Inspección Educativa y el Servicios Andaluz de Salud (Delegación de Salud). La relación ha sido fluida y siempre hemos tenido el apoyo y asesoramiento de la Inspección y del referente sanitario. Sin embargo, nos hubiese gustado, en algunas ocasiones, saber de antemano cómo proceder, siendo conscientes de que todo lo hemos ido desarrollando en función de cómo se nos han presentado la diversas situaciones. Por ejemplo, se han ido incorporando funcionalidades en la aplicación Séneca para el seguimiento y control de los casos positivos, documentación, etc. En nuestro caso ha sido muy efectiva la designación de un coordinador Covid pues es el enlace con el enfermero, está realizando con la ayuda de éste los estudios de contactos estrechos, informa a las familias de los positivos, orienta acerca de cómo se debe actuar ante estos, atiende a las dudas de los compañeros, familias y alumnado. Y valoramos muy positivamente la liberación asignada a dicho coordinador para afrontar todas sus atribuciones.

La relación de los centros educativos con el centro de salud ha sido muy intensa. En la coordinación de esta actividad conjunta ha sido fundamental la figura del   enfermero de enlace. ¿Qué nos puedes decir acerca de esta colaboración?

Hemos tenido muchísima suerte y la relación con nuestro enfermero de enlace está siendo muy positiva, siempre disponible para ayudarnos a gestionar todos los casos y a resolver cualquier duda. Nuestro enfermero es Gerardo Tirado. Nos comunica los positivos, nos ayuda a realizar el estudio contactos estrechos, nos resuelve dudas y es quien consulta con el epidemiólogo cualquier incidencia.

En la situación actual, a punto de cumplirse un año después del inicio de la pandemia, creemos que es importante centrarnos en la figura del profesorado, uno de los colectivos esenciales que más la está sufriendo y que está dando todo lo mejor. ¿Cuál es el estado de ánimo de los profesores y profesoras ante esta responsabilidad? ¿ha aumentado el número de bajas por enfermedad? ¿ha cambiado mucho su forma de trabajo? ¿cómo ha acogido el anuncio de la vacunación a los docentes con menos de 55 años?

El profesorado inició el curso con muchísimas dudas y miedos, pero con ilusión. No obstante, a lo largo de estos dos trimestres debido a la carga de trabajo (atención del alumnado de clase, sin olvidarnos de adecuar nuestra respuesta al alumnado que estaba en cuarentena y/o confinamiento), contagios y cuarentenas de compañeros/as, las estrictas medidas de prevención y seguridad del Protocolo Covid… hemos percibido un cansancio psíquico y emocional. Sin embargo, no hemos notado un aumento significativo del número de bajas por enfermedad. Esta última semana ha sido como un halo de luz, ilusión y esperanza con la iniciación de la vacunación del personal docente y no docente menores de 55 años.

El alumnado es otro de los pilares básicos de la educación y especialmente sensible frente a todos los cambios que ha supuesto la pandemia. ¿Cómo han reaccionado los alumnos y alumnas a los cambios producidos? ¿Se han notado cambios importantes en su rendimiento? ¿Habéis notado que los alumnos con menos recursos económicos han sido los más afectados durante la etapa en la que los centros han permanecido cerrados?¿Ha habido algún problema importante en el tiempo de recreo? En los días de más frío, cómo se ha resuelto el tema de la ventilación de las aulas.

El alumnado, en términos generales, nos está dado una lección y ha asumido muy bien las diferentes medidas contempladas en el Protocolo Covid. En algunas ocasiones han tenido que ser contactos estrechos y/o positivos para tomar conciencia de la importancia de las medidas establecidas. Hemos constatado también las dificultades en ciertos alumnos/as como falta de base, poco hábito de trabajo,… que hemos dado respuesta durante el primer trimestre. Sí, hemos notado que el alumnado de familias con situaciones de vulnerabilidad, incrementadas debido a la pandemia ha tenido más dificultades para continuar con la enseñanza telemática bien por falta de recursos TIC, acceso a Internet, poco apoyo familiar, necesidades básicas no cubiertas, etc. Los problemas que hemos tenido durante el recreo ha sido que el alumnado ha cambiado de zona o el uso inadecuado de mascarillas, hemos tenido que protocolizar los desayunos durante el recreo para que el alumnado mantuviera el distanciamiento social y el tiempo justo sin mascarilla para el desayuno. Los días de más frío o lluvia el alumnado se ha quedado en su clase. Además, hemos establecido un procedimiento de ventilación natural de las aulas, habilitando todas ellas con unos plásticos que han evitado la entrada directa o corriente para el alumnado que está ubicado al lado de la ventana de ventilación (cruzada a la puerta de clase).

Y otro pilar fundamental del sistema educativo son las madres y padres de los jóvenes ¿Cómo se han adaptado a la nueva situación? ¿Han respondido bien a las directrices marcadas en los casos en los que ha habido síntomas en sus hijos o en otros miembros del núcleo familiar? ¿Ha aumentado el absentismo por temor al contagio en las aulas?

Las familias se han adaptado y asumido las medidas establecidas en el Protocolo. Hemos tenido algunas dificultades iniciales para mantener reuniones de tutoría con familias, pero poco a poco se han adaptado a los medios telemáticos. Han respetado las directrices marcadas y colaboran con las indicaciones dadas por el centro y enfermero de enlace. Hemos iniciado varios protocolos de absentismo escolar pero no están motivados por el temor de las familias al contagio en las aulas.

Pensamos que el personal no docente ha sido otro sector educativo que ha desempeñado un papel importante en la nueva organización de los centros. ¿Podéis indicar algunas actuaciones en las que hayan participado más directamente?

Control de acceso al centro educativo, información a las familias de las medidas y flujos en el interior de los edificios. Además, han reforzado la limpieza y desinfección atendiendo al Plan L+D del Protocolo Covid.

Leemos continuamente en los medios de comunicación que esta pandemia nos está enseñando muchas cosas a todos en general. ¿Qué han aprendido el alumnado, el profesorado y las familias?

En general, a valorar y dar importancia a determinadas cuestiones vitales (conocimiento personal, relaciones sociales, solidaridad, etc.). El alumnado ha manifestado la necesidad de venir a clase, estar con sus compañeros y respetar las medidas para protegerse y proteger al resto de los miembros de su familia. El profesorado en la necesidad de seguir formándose y adecuar la respuesta educativa a la situación actual, teniendo muy presente el aspecto emocional del alumnado y nuestras familias. Y las familias valoran todo lo que estamos haciendo para intentar “normalizar”, a mí particularmente me gusta utilizar el término “afrontar” la situación y ofrecer una formación integral a su hijo/a.

Somos  conscientes de que en una entrevista como esta, se quedan muchas preguntas sin hacer. ¿Quiere aportar alguna otra idea?

Los centros educativos han sido y son espacios seguros, aunque en un principio había muchísimas dudas. No hemos tenido brotes ni transmisiones en las aulas, siendo fundamental la colaboración de todos los miembros de la Comunidad Educativa.

Por último, me gustaría compartir una serie de aprendizajes o lecciones que he sacado de este periodo de pandemia y que se transfieren al contexto educativo. El primero de ellos es trabajar por el bien común, que en nuestro ámbito sería lo mejor por y para nuestro alumnado, formando hombres y mujeres para los demás y potenciando sus capacidades y talentos al servicio de los otros. Además, todos hemos experimentando momentos de vulnerabilidad, siendo conscientes de nuestros límites. De este modo, en el periodo de confinamiento todos los docentes hemos hecho un ejercicio de empatía con objeto de ponernos en el lugar de nuestro alumnado y familias y, vivido nuestra propia vulnerabilidad y límites. Y, por último, relacionado con el bien común la solidaridad, cooperación y respeto a la diversidad, pilares fundamentales de nuestro Proyecto Educativo.

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