viernes, 28 de mayo de 2021

Entrevista a Marino Aguilera Peñalver, alcalde de Alcalá la Real

 

Una pandemia como la que nos afecta tiene muchos protagonistas, tantos como cada una de las personas que la sufrimos. A estas altura ya debe quedar claro que cada uno de nosotros tiene su responsabilidad y que aquello que no hagamos va a influir sobre los demás. Sin embargo estas responsabilidades no son iguales en todos los ciudadanos. Aunque cada uno debe asumir su propio compromiso, aquellos que se dedican a los demás deben asumir también el deber hacia la colectividad. En estas páginas hemos dejado constancia de su esfuerzo y dedicación en las diversas entrevistas que hemos realizado a responsables tanto de la sanidad alcalaína como de sus diversos centros educativos. Es ahora el momento de dirigirnos a quien ostenta la máxima responsabilidad en nuestro municipio, a nuestro alcalde Marino Aguilera Peñalver. Para nosotros, la satisfacción ante esta entrevista es doble, por un lado por conocer cuanto se ha hecho desde la alcaldía y el Ayuntamiento ante la pandemia, por otro, desde un aspecto más personal, hablamos con alguien con quien compartimos profesión y con el que hemos tenido la satisfacción de compartir el día a día como docentes en el IES Antonio de Mendoza. Allí Marino siempre destacó por su caracter amigable y entregado a sus alumnos y a su profesión. Algo que también ha caracterizado a su papel como alcalde.

Buenas tardes, Marino. Hace ya más de un año que se declaró en España el primer estado de alarma con motivo de la pandemia ocasionada por la COVID-19. Recordamos la rueda de prensa virtual que concediste por Facebook a los medios de comunicación el 25 de marzo de 2020. En ella explicabas  las actuaciones municipales que se llevaban a cabo entonces e informabas que el número de contagios por coronavirus en nuestro municipio no llegaba a 18 y que se habían producido dos fallecimientos de personas que tenían patologías previas graves.  ¿Qué recuerdos tienes de esos primeros días?

Reinaba una mezcla de confusión e incredulidad ante lo que estaba ocurriendo, comenzábamos a vivir en un escenario que hasta entonces tan solo habíamos visto en películas, si bien el sentimiento general era de que el confinamiento no iba a durar mucho ya que pensábamos que nuestra sociedad avanzada iba a poder con este enemigo o el virus se iba a esfumar. Pero el tiempo demostró que no iba a ser así y en muy poco tiempo tuvimos que aceptar nuevos hábitos de vida en lo personal y lo profesional. En las primeras semanas aterrorizaban los contagios, había mucha desinformación y miedo. 

Hoy, catorce meses después, tenemos 1.789 casos confirmados y 52 defunciones en nuestro municipio. ¿Pensabas, entonces, que esta pandemia iba a ser tan tremenda?

No, y creo que nadie lo podría imaginar. Es la primera enfermedad que sufre nuestra sociedad cuyo control ha dependido más de la responsabilidad individual que de la ciencia, y la sociedad ha demostrado carencias en este sentido. El buen comportamiento de la mayoría no ha servido para evitar cuatro oleadas y si vamos a lograr vencer al Covid va a ser gracias a la vacuna. De otra forma hubiera sido imposible. 

En el pasado, las distintas epidemias solían tener una mayor incidencia en las aldeas que en el casco urbano. Por la información que dispone el Ayuntamiento, ¿puedes decirnos si ha influido por igual en ambos núcleos de población?

Desconocemos con exactitud los casos que se han dado en aldeas y en Alcalá, pero la lógica invita a pensar que la gran mayoría de positivos se han dado en Alcalá, donde se concentra el 75% de la población del municipio, los principales centros de trabajo y los centros escolares a los que acude mucha población de las aldeas. Sí se ha observado que los brotes en aldeas han sido más intensos que en Alcalá, y pienso que es debido al modo de vida más cercano y familiar entre vecinos que se da en una aldea, que ha facilitado la propagación del virus.

Conocemos que la evolución de la pandemia ha sido diferente en los distintos países y también dentro de España en las distintas comunidades autónomas, provincias y municipios, siendo varios los factores que han influido en ello. Si nos fijamos solo en la provincia de Jaén y más concretamente en los municipios de más de 20.000 habitantes observamos que en Alcalá la Real la tasa de mortalidad es mayor. ¿Han tratado alguna vez este tema en las reuniones que has mantenido con los responsables sanitarios? Otra diferencia significativa ha sido la intensidad que ha tenido en Alcalá la cuarta ola, ¿a qué crees que ha podido deberse?

Efectivamente llama la atención la incidencia del virus en Alcalá, sobre todo en cuanto a fallecimientos, y sí lo he tratado con profesionales médicos sin que nadie pueda dar una respuesta certera, aunque todos coincidimos en que el elevado envejecimiento de la población local es un factor influyente. Analizando las cifras de otros municipios andaluces, sobre todo en la Subbética, se observa una mayor incidencia del Covid en los que cuentan con una alta dispersión geográfica o gran cantidad de pedanías, como es el caso de Priego, Rute, Loja o la misma Alcalá. Estos municipios han mantenido durante la pandemia la movilidad entre sus diferentes núcleos de población, que nunca ha sido restringida, lo que ha facilitado la propagación del Covid. De hecho conocemos contagios que han sido llevados de Alcalá a alguna aldea y viceversa. Si se hubiera restringido la movilidad entre aldeas y Alcalá tanto como se restringió entre municipios, sin duda los datos serían inferiores. Es mi opinión.

La gravedad de la cuarta ola se ha debido a la llegada de la cepa británica poco antes de la Semana Santa, de una gran capacidad de contagio. Esto, sumado a la llegada de la primavera y al cansancio acumulado, provocó una explosión de casos que nos llevó a superar la tasa 1.000 y con ello el cierre de la actividad no esencial durante una semana.

Como bien sabes, los ciudadanos en general y los responsables políticos en particular han seguido muy de cerca la situación vivida en las residencias de ancianos y en otras que acogen a personas más vulnerables. ¿Cómo valoras la situación vivida en las residencias municipales alcalaínas?

Desde el inicio las residencias han sido el centro de las preocupaciones para el Ayuntamiento, pues veíamos cómo en otros lugares de España el Covid se cebaba con los residentes. Se actuó rápido adaptando los centros a la normativa de la Junta, cerrando los Centros de Día, aislando a los usuarios y evitando la mezcla de trabajadores. Los protocolos fueron severos. Durante la tercera ola se produjeron brotes en la RGA y en el Centro Ocupacional, sin consecuencias por fortuna. Pasada la cuarta ola, podemos decir que la residencia de mayores no ha registrado ni un solo contagio durante la pandemia, lo que demuestra la efectividad de las medidas y la profesionalidad de la plantilla.

Con la entrada en vigor de los estados de alarma han llegado algunas restricciones en la movilidad, horarios, reuniones, cierre de establecimientos, considerados no esenciales,… que han afectado a nuestra forma de vivir y a los ingresos de muchas familias. Afortunadamente, la mayoría de la población ha respondido muy bien, pero en algunas ocasiones no ha sido así. ¿Podrías comentarnos las incidencias más importantes?

Durante todo este tiempo la Policía Local ha ejercido el control del cumplimiento de la normativa en colaboración con la Guardia Civil y el apoyo puntual del ejército. Al inicio de la pandemia los controles se centraron en el cumplimiento del confinamiento domiciliario, pero cuando éste desapareció pasamos a otro escenario en el que había que controlar la movilidad entre municipios y provincias, las reuniones sociales y los aforos y horarios de cierre de establecimientos hosteleros. Se han detectado toda clase de incidencias, como personas insumisas al confinamiento domiciliario o a guardar cuarentena; también fiestas ilegales en viviendas y vulneraciones del toque de queda. Los incumplimientos más visibles se han dado en la cuarta ola con la llegada del buen tiempo.

Para hacer frente a esta crisis sanitaria, económica y social han sido necesarios muchos recursos, tanto de la administración local, como de la autonómica y nacional; también los hubo en un primer momento y de forma altruista del empresariado y de la ciudadanía alcalaína. ¿Ha dispuesto el Ayuntamiento de los efectivos necesarios? ¿Cuáles han sido las actuaciones más significativas que ha puesto en marcha el Ayuntamiento para superar esta crisis?

Creo que el Ayuntamiento de Alcalá ha tenido una suerte tremenda con la solidaridad recibida, sobre todo en las primeras semanas de pandemia cuando era difícil encontrar materiales de protección como mascarillas, guantes o monos. En aquellos días de carencias nos llegaban las donaciones de empresas y particulares. También hubo intermediarios que nos facilitaron la adquisición de material renunciando a su beneficio. Con todo ello cubrimos las necesidades de nuestro personal, sobre todo en residencias y servicio de Ayuda a Domicilio, y pudimos ceder parte de este material a los sanitarios y comerciantes. Junta de Andalucía y Diputación facilitaron recursos para atender las necesidades que surgían, y modificamos el presupuesto municipal para habilitar ayudas a empresas, autónomos y familias afectadas. En total se concedieron 400.000 euros en ayudas. Quiero también recordar a los muchos voluntarios que ofrecieron su tiempo para ayudar a los demás, como Protección Civil, las mujeres bordadoras de mascarillas y batas, los Makers que hicieron cientos de máscaras faciales con impresoras 3D o muchos particulares que ofrecieron cubas para desinfectar. Alcalá supo cuidarse.

Ante algo tan grave como una pandemia debe haber voluntad de unidad de todos los sectores de la sociedad frente a la adversidad, algo que en ocasiones se ha echado de menos en la clase política. ¿Cuál ha sido la actitud entre los distintos grupos que forman el consistorio alcalaíno frente a la pandemia? ¿Hemos dado en Alcalá la Real ejemplo de esa necesaria unidad?

Más que unidad creo que ha habido respeto entre los distintos grupos. Todos hemos sido conscientes de que esta situación no merecía enfrentamientos políticos, pues nadie esperaba esto. No se ha solido utilizar la pandemia para lanzar reproches a la Junta o al Gobierno central, simplemente nos hemos dedicado a hacerlo lo mejor posible. El pueblo no se merecía otra actitud.

Por la información del propio Ayuntamiento y por los medios de comunicación sabemos que han sido muchos los contactos que has mantenido con los responsables sanitarios de nuestro municipio. ¿Qué valoración haces de esta coordinación?

Desde el inicio he mantenido contacto muy fluido con varios sanitarios del municipio, tanto del Centro de Salud como del Chare. También con la Delegada de Salud de la Junta de Andalucía en Jaén, Trinidad Rus. Hemos puesto a su disposición todo el personal e instalaciones necesarias para facilitar las labores de rastreo de contagios, cribados masivos y campaña de vacunación. Valoro la información que nos han facilitado y que siempre hemos trasladado a la ciudadanía, como el número de contagios y de fallecimientos en la primera ola, y en eso fuimos pioneros, o la labor formativa ante la comunidad educativa al inicio de curso escolar. 

Quiero reconocer muy especialmente la labor del Director del Centro de Salud, Agustín Callejas. Su profesionalidad y disposición absoluta hacia el Ayuntamiento han sido clave dentro de la gestión conjunta que hemos realizado. Muchas de las decisiones adoptadas, tanto restrictivas como de desescalada, han sido asesoradas y consensuadas con él.

En las últimas entradas de nuestro blog hemos entrevistado a los directores de Educación Secundaria de los centros alcalaínos con el fin de conocer las repercusiones que la COVID-19 ha tenido en sus centros. Nosotros, que somos o hemos sido docentes, somos conscientes del papel extraordinario que han realizado los compañeros y toda la comunidad educativa en este tiempo de pandemia. Tú, que también eres docente, ¿qué valoración haces de la situación vivida?

Los centros educativos iniciaron el curso con una fuerte presión. La opinión generalizada era que poco iban a tardar en estar cerrados de nuevo, pero el paso del tiempo fue demostrando lo contrario. Se hizo valer la preparación y trabajo coordinado de toda la comunidad educativa, comenzando por los más pequeños. Siempre recordaré el primer día de curso en el colegio de mis hijos. Los niños formaron en el patio de forma impecable y accedieron a las aulas con gran disciplina. Fuera, concentrados junto a la valla, no todos los padres guardaban la distancia de seguridad.

El curso finaliza y los centros han demostrado ser lugares seguros. Se han tenido que confinar clases pero la inmensa mayoría de contagios han procedido de fuera de las aulas, lo que evidencia que los protocolos han funcionado.

Intuimos que habrán sido muchos los momentos difíciles por los que has pasado, entre ellos la muerte de un amigo, compañero y concejal de este Ayuntamiento, Miguel Sánchez-Cañete Abril. ¿Podrías describirnos algunos de ellos?

Ha habido momentos duros durante la pandemia, pero ninguno como el 28 de octubre de 2020, cuando nos dejó Miguel de forma inesperada. Su muerte ha marcado mi paso por la alcaldía y aún hoy me pregunto qué pudo pasar para que se contagiara. Fue la primera muerte conocida de alguien sin patologías previas, deportista y sano, y eso marcó un antes y un después en el respeto al virus. Hasta en su adiós, Miguel fue útil a los demás. Meses antes también se había producido el fallecimiento de José Miguel Atienza, empleado municipal muy querido por todos y primera víctima por Covid en el municipio.

Por lo demás, ha sido difícil conocer historias de personas perjudicadas por el Covid, a las que hemos intentado ayudar desde el Ayuntamiento, y la toma de algunas decisiones. Aunque parezca irrisorio, me ha impactado tener que cerrar los parques infantiles en varias ocasiones. Jamás pensé que como alcalde tuviera que tomar una decisión así que dejaba a los niños sin su entorno de juego.

Seguro que, al igual que nos ha ocurrido a muchas personas, esta pandemia también te ha ofrecido la oportunidad de vivir situaciones gratificantes que te han ayudado a seguir luchando para paliar en la medida de tus posibilidades los efectos de la misma. ¿Qué nos puedes decir al respecto?

Ha sido gratificante comprobar la solidaridad de muchos vecinos, en ejemplos que ya he citado antes, y la entrega del personal municipal. También el aprecio que se ha demostrado hacia la Policía Local, Protección Civil o el personal de obras y jardines del Ayuntamiento encargado de la desinfección de calles durante semanas. Pequeños gestos como dibujos de niños dedicados a ellos, mascarillas bordadas a mano y personalizadas, nos han hecho grandes como sociedad. Merecen un homenaje los niños por el duro confinamiento que vivieron y lo bien que lo soportaron. 

En una sociedad tan avanzada como la nuestra, la ciudadanía nunca llegó a imaginar que viviríamos una pandemia de esta severidad. Los científicos nos advertían de esa posibilidad y presagian que una nueva pandemia será solo cuestión de tiempo. ¿Qué hemos aprendido de la actual pandemia? ¿Qué hemos hecho bien y qué hemos hecho mal? ¿Qué nos ha enseñado la covid-19 ante una hipotética nueva pandemia?

La principal enseñanza que nos deja esta experiencia es que como sociedad somos más vulnerables de lo que creíamos. Una sociedad que pensábamos sofisticada e indestructible se ha visto reducida por un enemigo invisible al que hemos tenido que hacer frente desde la investigación. La pandemia ha mostrado la superioridad de la ciencia sobre cualquier otra disciplina y la necesidad de invertir en ciencia y salud para garantizar la seguridad y continuidad de la especie.

Como sociedad ha funcionado muy bien la solidaridad ante los afectados y la rápida adaptación a los cambios sobrevenidos, como el teletrabajo, la cultura preventiva o la aceleración de la administración digital. Como aspectos negativos, no hemos sabido renunciar al “ser social” que llevamos dentro y nos ha costado evitar los contactos con familiares y amigos. También se ha observado que la maraña de redes sociales no han ayudado a tener una mejor información, sino a generar más confusión. Pasan desapercibidos los canales oficiales.

Ante una hipotética nueva pandemia, los servicios sanitarios y administraciones sabríamos responder antes y mejor. Hay un lenguaje ya asimilado y ciertos comportamientos preventivos aparecerían automáticamente en la población. Sin embargo, pienso que la sociedad volvería a mostrar las mismas carencias vistas ante el Covid. 

En ocasiones la sociedad tiene una visión distante de sus políticos, olvidando que son ciudadanos como el resto, con sus familias, sus preocupaciones, sus incertidumbres… ¿Cómo ha vivido Marino Aguilera, en lo personal, la pandemia?

En casa nos ha cambiado mucho la vida, como al resto de alcalaínos. Fue duro el confinamiento domiciliario con mis tres hijos pequeños en un piso de modestas dimensiones. Como tantos otros, rápidamente encontraron en las tablets y móviles una vía de entretenimiento ante la que ha sido difícil luchar. Muchos de los cambios se mantienen y ahora pasamos mucho más tiempo frente al ordenador; mi mujer preparando clases y corrigiendo tareas, yo atendiendo videoconferencias o revisando otros asuntos. Aunque pasamos más tiempo en casa, paradójicamente se ha hecho más difícil la conciliación.

La historia recuerda a sus protagonistas. A través de los libros de actas que custodia el AMAR hemos podido conocer, siglos después, a aquellas personas que tuvieron una especial relevancia en epidemias del pasado, como las de cólera o gripe. ¿Cómo te gustaría que la historia te recordase en relación al papel desempeñado en esta crisis sanitaria?

Inevitablemente mi figura pasará a la historia asociada al Covid como el alcalde al que le tocó lidiar con la pandemia y es difícil saber qué se recordará de mí en el futuro. La gente valora mi afán por informar de los muchos cambios normativos de forma muy comprensible y la cercanía a todo aquel que ha requerido ayuda o una explicación, y creo que de alguna forma eso quedará.

Los investigadores del futuro recurrirán a las actas y expedientes municipales y a la prensa, y creo que la imagen que quedará del gobierno que gestionó la pandemia -pues todo ha sido un trabajo en equipo- será la de un grupo de personas entregadas a su pueblo que intentaron cuidar de Alcalá tanto como lo hicieron de sus familias.

Para finalizar queremos recordar a nuestros lectores que esta pandemia no ha finalizado aún y que, a pesar de los avances que se están consiguiendo tras el avance del proceso de vacunación, debemos seguir cumpliendo todas las recomendaciones de nuestras autoridades sanitarias y políticas. Te agradecemos el tiempo que nos has dedicado y te invitamos a comentar algún tema que quieras destacar y que no hayamos tratado.

Simplemente un par de reflexiones. El Covid ha enfatizado un conflicto entre economía y salud, latente a otros niveles en cuestiones como la venta de tabaco o la calidad de los alimentos que consumimos. Establecer la línea de separación entre uno y otro ha sido la decisión más difícil de cualquier gobernante.

El Covid también ha demostrado las numerosas carencias a nivel legislativo que aún se mantienen. No debería haberse derivado a las Comunidades Autónomas tan pronto el control de la pandemia, lo que ha generado 17 modelos de gestión, mucha confusión y agravio entre territorios. A pesar de ello y de no contar siempre con los recursos necesarios, como los legislativos, las autonomías han sabido defenderse.

Muchas gracias a vosotros por la entrevista y por el seguimiento a la pandemia.

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