viernes, 12 de noviembre de 2021

La epidemia de cólera de 1834 en Alcalá la Real

El cólera tuvo una gran relevancia en nuestro país durante el siglo XIX, pues al menos en tres ocasiones se extendió de modo general a lo largo de su geografía: entre 1833 y 1834, durante los años comprendidos entre 1853 y 1855 y,  finalmente, en 1885. A estos tres episodios importantes hay que unir otros brotes menores, de desigual distribución e importancia, que tuvieron lugar en 1860 y en 1865. Será la primera de ellas la que estudiemos en esta ocasión.

En lo que se refiere a Alcalá la Real, el cólera de 1834 supuso la crisis de mortalidad de mayor intensidad de todas las registradas a lo largo del siglo XIX. En palabras del historiador alcalaíno Antonio Guardia Castellano, la más aciaga. De ella ha quedado constancia en diversas fuentes históricas: actas de Cabildo y de la Real Junta de Caridad,  y registro de entradas y salidas de enfermos del Hospital.

Ante la amenaza que suponía la llegada del cólera morbo asiático, la población alcalaína estableció un cordón sanitario que aislaba a la ciudad desde el 11 de septiembre de 1833 hasta el 10 de mayo de 1834, fecha en la que se levantó y dejó a la población expuesta ante la enfermedad. Esta medida nos recuerda las restricciones a la movilidad que se han llevado a cabo en municipios, comunidades autónomas y países en la pandemia actual de la COVID-19.

Muy pronto aparecieron los primeros casos, aunque las autoridades tardaron meses en reconocerlo, situación que se ha vuelto a repetir en numerosas epidemias, también en la presente. La primera referencia al cólera morbo aparece en el registro de entradas y salidas de enfermos del Hospital. El día 2 de junio se produjo el primer ingreso de un afectado por la enfermedad. A pesar de ello, no se reconoció durante el mes de junio la existencia de la epidemia. Esta se extendió rápidamente por la entonces aldea de Frailes, cuyo alcalde compareció el día 10 de junio ante el Cabildo solicitando un médico para la población, la cual sufría un deplorable estado de salud.

El día 21 de junio se negaba la existencia de la epidemia en Frailes y en la Ribera y se atribuían todos los fallecimientos a enfermedades estacionales. Durante estos días se producía la incomparecencia de algunos de los miembros del Cabildo por enfermedad, incluyéndose en las actas los síntomas de uno de ellos, claramente indicativos de la enfermedad del cólera morbo asiático.

En el acta de la Junta de Caridad de 30 de junio se destacaba la existencia de un número elevado de enfermos en la ciudad y en las aldeas de Frailes, la Ribera y Charilla, subrayándose la especial incidencia de la epidemia sobre los indigentes y la falta de recursos para su asistencia. En dicha reunión, consciente la Junta de la naturaleza de la enfermedad, se solicitaba a la Junta de Sanidad explicación de los motivos en los que se apoyaba la resistencia a la declaración del cólera morbo en la ciudad, que impedían reclamar los beneficios que se dispensaban a otras poblaciones en circunstancias similares.

Acta de Cabildo de 2 de julio de 1834 en la que se reconoce la existencia de cólera en Alcalá la Real (AMAR).

La epidemia fue finalmente reconocida por el Cabildo el día dos de julio de 1834, un mes después de que se hubiese registrado el primer ingreso en el Hospital por esta causa. El número de afectados siguió aumentando y el 16 de julio se acordó celebrar, de acuerdo con el abad, una solemne procesión de Ntra. Sra. de las Mercedes bajo las precauciones oportunas para evitar perjuicio alguno para la salud pública.

En acta de Cabildo de 16 de agosto de 1834 queda constancia de la extensión de la plaga por las poblaciones de Frailes, Charilla, la Ribera, Mures y Castillo de Locubín. El número de defunciones por cólera en estas poblaciones, hasta el 6 de agosto, lo conocemos a través del Boletín Oficial de la Provincia de Jaén de 30 del mismo mes: Alcalá la Real (185), Frailes (168), Castillo de Locubín (93), Charilla (47) y Mures (32); en total 525. Esta información se completa con la que aparece en acta de 7 de febrero de 1835: 2.758 afectados y 583 fallecidos. Esta cifra da una letalidad (proporción de muertos respecto al total de contagiados) de un 21,14%, próxima al 23% que algunos autores han estimado para esta epidemia en otras poblaciones españolas. Recordamos que en la pandemia actual este índice de letalidad en nuestro municipio, a 10 de noviembre y tomando los registros oficiales,  es de 2,28%, siendo 2.326 los afectados y 53 los fallecidos. Suponemos que la diferencia entre 525 y 583 puede deberse a que no se relacionan todas las aldeas en el Boletín de la Provincia y a que hubo más fallecimientos entre el 6 y el 20 de agosto, día este último en que se registró, según Guardia Castellano, el último caso.

En el Cabildo antes citado (16 de agosto) se trató también sobre las actuaciones llevadas a cabo para luchar contra la enfermedad. Se citan los servicios que prestaron los médicos en algunas de las poblaciones anteriores, las gestiones llevadas a cabo con el abad encaminadas a habilitar dieciocho camas en el hospital, la asistencia médica en esta institución o la liberación de presos sin cargos importantes de la cárcel. La plaga se consideró erradicada de la ciudad el día 28 de agosto de 1834, fecha en la que se cantó el Te Deum.


* Para saber más sobre esta epidemia de cólera en nuestro municipio  leer un trabajo nuestro “El cólera morbo asiático en Alcalá la Real”. Pasaje a la Ciencia, nº 14. Alcalá la Real. IES Antonio de Mendoza. 2011, pp. 29-41.

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